Destacamos cinco motivos clave, por los cuales no debe faltar la “fruta líquida” en tu nevera.
Los zumos de frutas tienen características organolépticas muy atractivas y son ricos en compuestos bioactivos como el β-caroteno, vitaminas C y E, licopeno y otros compuestos fenólicos que actúan como protectores ante el desarrollo de distintas enfermedades y procesos neurodegenerativos.
Cinco cualidades saludables del consumo de zumos de frutas
1. Nutritivos: La capacidad nutricional de los zumos de frutas los convierten en un alimento ideal para todos los miembros de la familia, formado parte de una dieta equilibrada combinándola con otros alimentos, ya que proporciona hidratos de carbono, siendo bajo el contenido en grasas y proteínas.
2. Hidratantes: Su alto contenido en agua, así como su importante contenido en potasio y baja cantidad de sodio, nos mantiene hidratados, nos ayuda a eliminar toxinas y facilita el correcto funcionamiento de las funciones básicas del organismo. La hidratación debemos hacerla fundamentalmente con agua y un vaso de zumo al día nos puede ayudar al a satisfacer la cantidad de agua que nuestro organismo necesita.
3. Energizantes: Los zumos de frutas, debido a su contenido en azúcares, nos ayudan a recuperarnos físicamente, aceleran el proceso de recuperación física en situaciones de desgaste y evitan la fatiga o la sensación de cansancio, ya que son fuente de vitaminas A,B y C.
4. Fortificantes: Intervienen de forma significativa en el desarrollo y el mantenimiento de los huesos.
5. Antioxidantes: Su alto contenido en antioxidantes reduce las probabilidades de desarrollar enfermedades degenerativas como el cáncer.
Por estas y otras razones, la OMS recomienda una ingesta de al menos 400 gramos de frutas y verduras variadas, que equivalen a 5 raciones diarias. Un vaso de zumo comercial exprimido o a partir de concentrado puede ser una de estas cinco raciones recomendadas.
Los zumos comerciales que se producen y se consumen en España cumplen los parámetros de autenticidad establecidos por el Real Decreto 1518/2007, de este modo las administraciones públicas garantizan y controlan la calidad del producto que se oferta a los consumidores.
Se trata por tanto de un producto básico para equilibrar nuestra dieta y sus beneficios, demostrados científicamente, confirman su importancia para llevar una vida sana y una alimentación completa y saludable.
Suscríbete a nuestra newsletter
Te enviaremos periódicamente artículos y noticias que esperamos sean de tu interés.
Qué es un zumo de frutas
Es el producto obtenido a partir de las frutas sanas y maduras, frescas y conservadas por el frío, susceptibles de fermentación pero sin fermentar, que presenta color, aroma y sabor propios de la fruta de la que procede, y al que se puede reincorporar el aroma y la pulpa que haya perdido en el proceso de extracción.
Es importante saber que el azúcar presente en los zumos de fruta comerciales son de origen natural y por tanto imposibles de eliminar. No se añaden azúcares a los zumos de fruta, así lo indica la normativa.
Qué contiene un zumo de frutas
El zumo de fruta es simplemente fruta exprimida. Como la fruta entera, el zumo contiene de forma natural aproximadamente un 10% de azúcares propios de las frutas, el 90% restante es agua, vitaminas, minerales y fitonutrientes – todos ellos se extraen directamente de la fruta entera exprimida.1,2
REFERENCIAS:
1. UK Department of health. Nutrient analysis of fruit and vegetables.
Qué aporta un zumo de frutas
Beneficios propios de la fruta: Las frutas nos aportan agua, vitaminas, minerales, fibra y diferentes compuestos beneficiosos para el organismo.
Comodidad y practicidad: Los zumos envasados no son un sustituto de la fruta pero son ideales para aquellos momentos en los que no la tenemos al alcance, los zumos envasados se convierten en una alternativa , válida , cómoda y práctica para consumir más fruta al día .
Variedad en cualquier momento del año.
Seguridad : La pasteurización es el mecanismo por el que los zumos son sometidos a un tratamiento térmico a temperaturas no muy elevadas, con el que se asegura que el producto envasado se altere lo menos posible y mantenga la mayor parte de sus propiedades nutritivas y organolépticas (características físicas que tiene la materia en general, según las pueden percibir los sentidos, por ejemplo su sabor, textura, olor, color)