Beneficios de los zumos de fruta durante el embarazo
Existen multitud de estudios que demuestran el efecto que ejerce la dieta materna en el desarrollo del feto durante el embarazo.
Algunos estudios epidemiológicos asocian la ingesta de frutas y hortalizas con un bajo riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, gracias a que son fuente de vitaminas y minerales, fibras dietéticas y otros principios biológicos activos que estimulan el sistema inmunológico, favorecen el desarrollo de plaquetas, modulan el colesterol y la presión sanguínea, así como efectos antibacterianos, antivirales y antioxidantes.
El embarazo es un proceso fisiológico que requiere un importante esfuerzo físico que condiciona los requerimientos maternos de energía y de nutrientes necesarios para su salud y la del feto.
Algunas organizaciones como “5 al día” promueven una adecuada alimentación durante el embarazo y la lactancia, con recomendaciones dietéticas específicas que proporcionen un aporte energético óptimo, a través de la ingesta de frutas y hortalizas, y otros alimentos de origen vegetal como legumbres, frutos secos y otros derivados integrales como los cereales o el pan.
Según un estudio del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición, (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es recomendable el aumento del consumo de zumos de frutas ya que mejoran la absorción del hierro gracias al aporte de vitamina C que ayuda a combatir una de las deficiencias nutricionales más comunes en el proceso de embarazo. Para que sea efectiva la vitamina C en la mejora de la absorción del hierro debe tomarse en la misma comida que los alimentos ricos en hierro.
Las deficiencias nutricionales de la madre durante el embarazo pueden afectar de forma negativa al desarrollo del feto. Según la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación, (FAO) y la Organización Mundial de la Salud, (OMS), en relación a un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones en Salud, (INISA) de la Universidad de Costa Rica, se recomienda un aumento en la ingesta de energía de 0.60 MJ/d a 150 Kcal durante el primer trimestre de embarazo y de 1,5 MJ/d a 350 Kcal.
Las deficiencias nutricionales de la madre durante el embarazo pueden afectar de forma negativa al desarrollo del feto. Según la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación, (FAO) y la Organización Mundial de la Salud, (OMS), en relación a un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones en Salud, (INISA) de la Universidad de Costa Rica, se recomienda un aumento en la ingesta de energía de 0.60 MJ/d a 150 Kcal durante el primer trimestre de embarazo y de 1,5 MJ/d a 350 Kcal.
El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina A, C y D y que contengan ácido fólico, como la fruta, ya que la dieta materna debe proporcionar la suficiente energía y nutrientes para satisfacer las necesidades habituales de la madre y del feto, antes, durante y después del embarazo.
Zumos y embarazo
Durante el proceso de embarazo la dieta equilibrada debe ir acompañada de una actividad física que permita fomentar la salud y que ayude a controlar el exceso de peso. Según los estudios, algunos deportes como la natación son particularmente apropiados para mujeres embarazadas.
El crecimiento y el normal desarrollo del feto están limitados por el aporte de nutrientes y oxígeno que recibe durante su gestación. En este sentido, la OMS señala que muchas de las complicaciones que surgen durante el embarazo podrían evitarse gracias a una mejora en la calidad global de la dieta.
Los efectos positivos de la ingesta de frutas durante el embarazo
Algunas frutas son especialmente recomendables para evitar algunas dolencias o síntomas del embarazo y los zumos de frutas pueden ser una alternativa rica y fácil para alcanzar la ingesta recomendada de estos alimentos.
• El plátano contrarresta las nauseas matutinas, un síntoma bastante común durante el embarazado. Así mismo, esta fruta rica en fósforo estimula la mineralización ósea y activa las vías metabólicas.
• La granada es fuente de polifenoles antioxidantes que mejoran la circulación sanguínea.
• El arándano previene algunas infecciones del tracto urinario, muy comunes durante el embarazo, como la cistitis.
• La zanahoria juega un papel importante en el crecimiento y desarrollo de órganos vitales para el feto.
• Los nutrientes que proporcionan otras frutas como el pomelo, la naranja, el kiwi o el arándano son fundamentales para el correcto desarrollo del cerebro del feto.
• La manzana es fuente de vitaminas A, C, y E, que mejoran el aspecto de la piel, regula el sistema nervioso, participa en el desarrollo y mantenimiento óseo y regula el tránsito intestinal.
Zumos y embarazo, una relación saludable
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