Descubre cómo cuidar la piel desde dentro
Cada día, nuestra piel sufre las agresiones externas del clima, el calor o el frío, la contaminación, el maquillaje o el sudor. El organismo dispone de defensas que la protegen durante el día y ayudan a su regeneración durante la noche.
Sin embargo, la cantidad de agresiones y el paso del tiempo hacen que el proceso de regeneración sea más lento y menos efectivo y aparecen los primeros signos de la edad en la piel, que se ve menos saludable y elástica.
El uso de cremas y tratamientos estéticos puede ayudarnos a cuidar nuestra piel de forma externa, pero también podemos hacerlo de otra manera. A continuación te explicamos cómo cuidar la piel desde dentro de forma natural para mantenerla radiante por mucho más tiempo.
Índice
- Cuida tu alimentación
- Mantén una buena hidratación
- Evita el estrés
- Practica ejercicio físico
- Descansa correctamente
Cuida tu alimentación
La herramienta básica para cuidar la piel de forma natural es cuidar la alimentación.
Entre los alimentos que cuidan tu piel, podemos encontrar:
Aceite de oliva
Las grasas saludables omega 3 se encuentran en los huevos, el chocolate negro, el aguacate, los frutos secos y, sobre todo, en el aceite de oliva.
El aceite de oliva es uno de los alimentos más beneficiosos para nuestro organismo.
Si observamos los efectos de sus componentes en la piel, vemos que:
- Los ácidos grasos hidratan las capas profundas de la dermis.
- La vitamina E nutre y regenera, y actúa como protección frente a agresiones externas.
Con 2 o 3 cucharaditas de aceite de oliva al día será suficiente para cuidar la piel desde dentro y, a la vez, proteger nuestro organismo.
Y si quieres aprovechar aún más sus propiedades, existen trucos de belleza con aceite de oliva para aplicarlo como un tratamiento tópico.
Pescado
Comer pescado mantiene la piel joven gracias al omega 3.
El omega 3 del pescado ayuda a hidratar la piel, retrasa el envejecimiento, aporta tersura y firmeza y controla el exceso de grasa de la dermis, lo que lo convierte en un alimento ideal para cuidar la piel grasa en verano.
Entre los pescados más recomendados se encuentran el atún, el bacalao, la caballa, la lubina, sardinas, salmón o truchas. También los mariscos como el cangrejo, gambas, langosta o mejillones poseen altos niveles de omega 3.
Frutas cítricas
Los innumerables beneficios de los zumos de cítricos para la piel convierten a estas frutas en uno de los mejores ejemplos de alimentación buena para la piel.
Las naranjas, mandarinas, limas y limones, por nombrar solo los más conocidos, contienen grandes cantidades de vitamina C, un potente antioxidante que aumenta la producción de colágeno y mejora la elasticidad y el aspecto de la piel.
Además de las cítricas, se aconseja el consumo de otras frutas ricas en vitaminas y minerales, como bayas, mango, manzanas, plátanos, sandía y uvas,
Zanahoria
La zanahoria suele identificarse con su capacidad para ayudar al bronceado, pero pocos saben que la zanahoria ayuda a la piel y puede evitar las arrugas.
La zanahoria ayuda a cuidar la piel desde dentro gracias al betacaroteno, el pigmento naranja que evita la flacidez y la formación de las primeras arrugas.
Tomate
Otro de esos alimentos que cuidan la piel y que, además, nos protege frente a enfermedades cardiovasculares.
Igual que en el caso de la zanahoria, es el componente que le da su característico color, el licopeno, lo que lo convierte en un protector de las células de la piel frente a las agresiones de los rayos UV.
Y si quieres aprovechar aún más, prueba estas mascarillas de tomate para la piel.
Té verde
El té verde es un potente antioxidante que previene la formación de radicales libres, que provocan el envejecimiento prematuro de la piel.
Los beneficios del té verde para la piel lo convierten en uno de los pilares de la alimentación buena para la piel
Mantén una buena hidratación
Además de estos alimentos, es importante beber abundante agua, sobre todo en épocas de calor o si realizamos esfuerzos físicos que puedan provocar deshidratación.
Los expertos recomiendan beber ocho vasos de agua al día y adaptar esta cantidad a las necesidades específicas de cada persona y situación.
Por supuesto, si quieres aprovechar los beneficios de la fruta para la piel puedes recurrir a los zumos de fruta, que aportan gran cantidad de nutrientes al tiempo que nos hidratan.
Evita el estrés
Vigilar la alimentación es uno de los métodos más eficaces a la hora de cuidar la piel desde dentro, pero también existen otros factores que afectan a la salud y el aspecto de nuestra dermis.
Uno de los más perjudiciales es el estrés.
Entre los síntomas y consecuencias del estrés se encuentran los que afectan a la dermis. El estrés en la piel se percibe en el tono apagado, un envejecimiento acelerado y la aparición de arrugas y manchas.
Practica ejercicio físico
Numerosos estudios avalan la relación entre la actividad física y sus efectos en la piel: no solo ayuda a aliviar el estrés, sino que, al poner en marcha el sistema cardiovascular, hace que el corazón bombee más sangre y que esta lleve más oxígeno, que nutre la piel. De esta manera, nuestros órganos estarán más fuertes y sanos.
Con el sudor, también eliminamos toxinas que estropean el aspecto y afectan a la salud de la dermis.
Descansa correctamente
El cuerpo debe descansar para recuperarse del esfuerzo diario y prepararse para la siguiente jornada. Si esto no se cumple, no solo lo notaremos en nuestro organismo, nos sentiremos más cansados y sin fuerzas, sino que se observará en el aspecto de nuestra piel, que perderá luminosidad y firmeza.
Si la dermis no se recupera de la contaminación y la exposición diaria a factores externos, como el aire, el sol o el frío, sufrirá un envejecimiento acelerado, con la aparición de arrugas y manchas. También sufriremos las antiestéticas ojeras y bolsas alrededor de los párpados.
Dormir es bueno para la piel, por eso, si quieres cuidar tu piel desde dentro, asegúrate de mantener un buen descanso con estas 5 frutas que te ayudarán a dormir.
Conclusión
Si queremos cuidar la piel desde dentro debemos tener en cuenta diferentes factores que incluyen todas las facetas de nuestra vida: la alimentación, aumentando la ingesta de alimentos buenos para la piel y reduciendo aquellos que resultan perjudiciales, el ritmo de vida, evitar el estrés y priorizar el ejercicio físico y el descanso.
Con nuestros consejos, mantendrás la piel reluciente y sana mucho más tiempo.