Desayunos sanos para la vuelta al cole
Preparando la mochila para la vuelta al cole con desayunos sanos
Aunque nos guste poco y a nuestros peques menos aún, las vacaciones escolares llegan a su fin. Ya comenzamos a pensar en la organización del nuevo curso y al igual que pensamos en la selección que haremos de libros, mochilas y uniformes también es buena idea organizar la alimentación.
El verano es la época por excelencia de los excesos, a la hora de alimentarnos, de hacer ejercicio, en las horas de sueño, etc. Todos los horarios habituales desaparecen y es algo que al menos una vez al año debe suceder, salir de la rutina puede ser muy bueno para conocer mundo y poder desconectar de lo común en nuestra vida. De esta forma podremos estar de vuelta con muchísimas ganas y ánimo para acabar el año.
La alimentación constituye el factor más determinante en el crecimiento y desarrollo durante la etapa de la infancia y adolescencia. Durante la etapa escolar los hábitos dietéticos y el ejercicio pueden marcar la diferencia entre una vida sana y el riesgo de sufrir enfermedades en el futuro.
En primer lugar, hacer una lista de la compra y dedicarle unas pocas horas a la organización de la comida para que la salud sea un prioridad en casa. Si ya sabemos que todos en casa debemos consumir “las 5 al día”, un mínimo de cinco piezas de fruta y verdura al día, ahora es el mejor momento para ponerlo en práctica. Una alimentación variada con fruta y verdura, cereales integrales, legumbres, carne, pescado y huevos, frutos secos y semillas se vuelve crucial para afrontar la vuelta al cole y al trabajo, y de esta manera ayudarnos a regatear el cansancio y el desánimo que suele achacar después de las vacaciones.
Desayunos sanos
¿Es la comida más importante del día? ¡Sí! Esta frase no es un típico tópico. Así que si en casa no es común desayunar es el momento de cambiar este hábito, ya que al fin y al cabo es educacional y sólo se trata de modificarlo. Si el adulto comienza a ejecutar el cambio, todos los demás en casa le seguirán. Nunca olvides que los padres somos el principal ejemplo para nuestros hijos y no podemos pretender que ellos hagan algo por su bien que nosotros no hacemos.
El desayuno aporta el 20-30% de la ingesta calórica diaria y debe estar compuesto al menos de alguna fruta, cereales prioritariamente integrales no azucarados, algún lácteo animal o vegetal, semillas o frutos secos. Es importante procurar hacer el desayuno con tiempo.
Apostemos por desayunos sanos.
Los tentempiés de media mañana y media tarde han sufrido un cambio en estos últimos años, ya que los centros escolares han tomado partida recomendando el consumo fruta, bocadillos, sándwiches, frutos secos y semillas. La mejor opción es crearte en casa una planilla semanal y diseñar medias mañanas y meriendas para no tener que pensar mucho a las 7:00 a.m. Si aún no te da confianza darle a tus hijos frutos secos, recuerda que se pueden hacer cremas de los mismos y añadir a tapas de pan para sándwiches o galletitas. La fruta y los frutos secos hacen una combinación perfecta y aportan energía para el buen rendimiento escolar. Recuerda que si todos los días no es posible enviar una fruta para el recreo, podemos sustituirlo por un zumo envasado 100% que sustituye el valor de una pieza de fruta, y así conseguimos estos desayunos sanos tan importantes para los más pequeños.
El almuerzo y la cena
Un porcentaje bastante alto de entre nuestros hijos comen en el comedor del colegio. Estos menús están diseñados por nutricionistas o dietistas en la mayoría de los casos y es posible disponer del mismo. Este menú siempre debería estar colgado en la nevera de casa para poder contrastar que almuerza cada día y poder complementar con la cena en casa. La cena siempre debería ser más ligera que el almuerzo para favorecer el descanso de nuestro hijo.
Por último, no podemos olvidar la actividad física que no sólo contribuye con desarrollar de la mejor manera el sistema cardiovascular, los hábitos higiénico-dietéticos, el peso, el sistema neuromuscular y el aparato locomotor sino que también contribuye con el desarrollo social fomentando la integración, el desarrollo social y la autoconfianza.