Fruta: el manjar perfecto
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Es básico incluir en nuestra dieta diferentes tipos de frutas.
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Sus colores influyen en los nutrientes que aportan y la cantidad de los mismos.
La fruta es imprescindible en la alimentación de grandes y pequeños. Agua, vitaminas, fibra, minerales… Cada pieza de fruta aporta un sinfín de nutrientes que repercuten directamente en nuestra salud, ¿qué mejor forma de cuidarnos a la vez que deleitamos a nuestros paladares? Pero no solo al paladar, las frutas miman al resto de sentidos. Sus colores hacen que se desee tomarlas solo con verlas, sus olores evocan rincones jamás visitados y sus múltiples texturas logran que con cada bocado se multiplique el poder de su sabor.
¿Qué aportan las frutas?
Aunque hay una gran variedad de especies, las frutas en general destacan por su aporte de agua, vitaminas, fibra y minerales. Estos nutrientes son promotores de salud por los beneficios que reportan, ¿los conoces?
• Las vitaminas, minerales y oligoelementos de la fruta ayudan a regulan el sistema inmune.
• La fibra contribuye a desintoxicar el organismo y a estimular la función hepática y renal. También mejora el tránsito intestinal.
• El alto contenido en agua de las frutas hace que sean muy hidratantes, además de mejorar la depuración del organismo.
• Las frutas tienen escaso aporte calórico y las pocas calorías que tienen derivan de la fructosa, un tipo de azúcar natural.
• Tienen cantidades mínimas de grasa insaturadas.
“Todo esto las convierte en un grupo de alimentos ideal para consumir como aperitivo o tentempié y así evitar el picoteo y el consumo de alimentos más perjudiciales para la salud como galletas, patatas fritas, etc.” indica Nira Suárez Hernández, experta en nutrición y dietética y miembro de la Asociación de Dietistas Diplomados de Canarias (ADDECAN), que continúa, “la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) ha establecido la frecuencia de consumo de frutas en 3 o más raciones al día”.
Vitamina C
Mención aparte merece la vitamina C, que se encuentra de forma casi exclusiva en la fruta. Esta vitamina tiene propiedades antioxidantes y contribuye a la absorción de otras vitaminas y minerales. También ayuda a la producción de colágeno, además de ser fundamental para un correcto crecimiento y desarrollo.
En relación a su poder antioxidante, hay que tener en cuenta que la práctica de actividad física genera radicales libres, responsables del estrés oxidativo. Así, las personas que practican deporte deben contar con grandes dosis de vitamina C para contrarrestar este efecto negativo de la actividad física en el organismo.
Mil colores, mil sabores
Los colores de las frutas conforman un arco iris de sabores y nutrientes, por lo que “es conveniente variar el consumo de fruta, no tomar siempre la misma. Tanto el color como la textura nos dan información de las propiedades de cada una de ellas” nos aconseja nuestra experta.
Los frutas rojas, como el tomate o las fresas, proporcionan gran cantidad de licopeno, una sustancia natural con alto poder antioxidante. Reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares o mejorar el sistema inmunitario son algunos de sus beneficios.
Los carotenoides son los encargados de proporcionar a las naranjas o zanahorias su color. Hay más de 500 tipos y uno de los más conocidos es el betacaroteno que, además de un importante antioxidante, es fuente de vitamina A, necesaria para la formación y el mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel; y de la vitamina C, que contribuye al crecimiento y desarrollo de los tejidos.
Pera, kiwi, aguacate… de su color verde se deduce un alto contenido en magnesio, mineral que ayuda a mantener el correcto funcionamiento de músculos y nervios.
y miembro de la Asociación de Dietistas Diplomados de Canarias (ADDECAN).
En la cocina
Desde un entrante que nos abra el apetito hasta un postre que ponga el broche final a un buen rato alrededor de la mesa. La fruta está presente en la cocina de mil formas diferentes. Es una de las mejores opciones si se quiere disfrutar a la vez que se mantiene una alimentación nutritiva y saludable. Son tales las bondades de la fruta que incluso a ha irrumpido en el mundo de la belleza y la cosmética para también cuidar desde el exterior. Mascarillas, extractos, aromas… Hay un universo de posibilidades frutales en los productos de belleza. Pero sin duda, la mejor forma de consumirlas sigue siendo “maduras, frescas, crudas y con piel para obtener el máximo beneficio de ellas. En caso de consumirlas con piel podemos optar por fruta de cultivo ecológico para evitar la posible ingesta de pesticidas y lavarlas bien para evitar cualquier resto de suciedad. En caso de comer la fruta troceada, en zumos o licuada, es necesario consumirla inmediatamente para evitar la oxidación de vitaminas”, hagamos caso de Nira Suárez y dejemos disfrutar a nuestros sentidos.
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