5 consejos saludables para el verano
Con la llegada del verano llega una época de cambios a todos los niveles. Muchos nos vamos de vacaciones, cambiamos los horarios y las rutinas, cambiamos de domicilio y, por supuesto, cambiamos nuestra alimentación.
Todo esto puede provocar que los buenos hábitos adquiridos a lo largo del año se resientan y abandonemos la alimentación saludable, la rutina de ejercicios y las costumbres que nos ayudaban a mantener un buen estado de salud, por lo que esta puede verse afectada de mayor o menor gravedad.
Por eso, hoy queremos ofrecerte 5 consejos de salud para el verano, que ayudarán a disfrutar de esta época del año sin perder las buenas costumbres.
Índice
Hidrátate bien y con frecuencia
Protégete del sol
Según llega el verano, a todos nos entran las prisas por ponernos morenos y lucir bronceado. Tomar cierta cantidad de sol es beneficioso para nuestra salud, pero, si nos pasamos o lo hacemos de manera equivocada, puede resultar perjudicial.
Por eso debemos conocer la seguridad del sol para evitar el cáncer de piel.
Así que:
- Aplícate protector solar 30 minutos antes de iniciar la exposición al sol, y no olvides reaplicarlo con frecuencia, sobre todo si te mojas o sudas.
- Y protégete aunque esté nublado. Hay quien piensa que, con nubes, el sol no penetra y no puedes quemarte, pero esto no es así y, de hecho, es más probable que olvides la protección y acabes con graves daños en la piel. ¡Ponte crema aunque no veas el sol!
- No tomes el sol entre las 12:00 y las 16:00 h, pues es el tramo en el que la radiación solar es más alta y peligrosa para la piel.
- Si estás tomando alguna medicación, pregunta a tu médico antes de exponerte al sol, pues podrías sufrir una reacción alérgica.
- Recuerda que los niños menores de 6 meses no deben exponerse al sol. Protégelos con ropa adecuada, gorra y gafas oscuras.
- Si vas a estar mucho tiempo al sol, puede que no baste con el protector solar. Usa también gafas de sol, gorra, sombrilla… cualquier cosa que te proteja de una exposición excesiva.
Aliméntate bien
Esta época viene asociada con cambios inevitables en la alimentación. Salimos más a comer fuera, caemos en tentaciones, picoteamos y nos prestamos al tardeo en una terraza.
Sin embargo, aún ahora podemos seguir disfrutando de unos hábitos saludables de alimentación para el verano:
- Intenta mantener unos horarios estables con 5 comidas diarias. Esto te ayudará a evitar el picoteo menos saludable y llegar con hambre a las comidas principales del día.
- Sigue una alimentación basada en ensaladas, fruta y verdura, que te aporte hidratación y no conlleve digestiones pesadas. Te recomendamos que disfrutes de los albaricoques, una fruta ideal para el verano.
- Come pescado dos veces a la semana. El verano es la época ideal para disfrutar del mejor pescado azul: bonito, boquerón, sardinas… Proporcionan Omega 3 y grasas saludables.
- Los días que vayas a hacer una comida o cena copiosa, intenta compensar con otra más ligera, a base de ensaladas o carne magra o pescado al vapor o a la plancha. Pero en ningún momento te la saltes pensando que así compensas mejor. Todo lo contrario, tu cuerpo sufrirá aún más por esa diferencia entre una y otra.
- Para evitar tentaciones, ten siempre a mano alternativas saludables. Lo más recomendable son piezas de fruta o frutos secos. También puedes recurrir a zumos de fruta, cafés o infusiones con hielo.
- Tanto dentro de casa como si comes fuera, asegúrate de que la cadena de frío de los alimentos no se haya roto. Con el calor, proliferan las bacterias y son muy habituales las intoxicaciones alimentarias. En los bares, recurre a alimentos lo más naturales posibles, y en casa, ten cuidado en el trayecto entre el supermercado y la nevera, para que no haya descongelación o exposición al calor de los alimentos más sensibles.
Hidrátate bien y con frecuencia
No es necesario decirlo porque, además, nuestro cuerpo nos lo pide, pero es imprescindible mantener una correcta hidratación para un verano caluroso.
Te ofrecemos un par de consejos para que sepas cómo hidratarse en verano:
- Bebe mucha agua y bebe muchas veces. No esperes a tener sed para hidratarte. A veces el cuerpo tarda en mandar esta señal y ya estás sufriendo síntomas de deshidratación sin darte cuenta.
- Si te aburres del agua, recurre a bebidas saludables, sin alcohol ni gas, como las infusiones con hielo, zumos de frutas elaborados en casa, sin añadir azúcar, o un zumo envasado, que por ley no contienen azúcar. También te proponemos una deliciosa limonada para el verano.
- Además de beber, busca alimentos con alto contenido en agua, como las frutas. Especialmente la sandía y el melón, tan apetecibles en verano, aportan agua, minerales y vitaminas.
- Las personas mayores pueden sufrir deshidratación con mayor facilidad que los jóvenes, por lo que deben beber más y protegerse del sol con más cuidado.
No abandones el deporte
El ejercicio físico es uno de los tips saludables para el verano más importante y, además, es fácil de seguir, aunque el calor te dé pereza. Por otra parte, la práctica deportiva regular te ayudará a combatir el cansancio y la fatiga asociados al calor.
Simplemente quince minutos al día ya te ayudarán a vivir un verano saludable, y tienes multitud de opciones.
Si vas a la playa:
- Puedes caminar por la orilla del mar. Es beneficioso para los pies y la resistencia del agua te ayudará a ejercitar las piernas.
- Nadar es uno de los deportes más beneficiosos a todas las edades. Busca el estilo que mejor se adapte a tu condición física y lánzate al agua.
- Anímate a probar deportes acuáticos como el paddle surf, la vela, el windsurf…
- Investiga si hay grupos organizados para prácticas deportivas como yoga en la arena, vóley, zumba…
Si vas al campo
- Aprovecha las horas más frescas para pasear por el monte o busca zonas arboladas que te protejan del calor.
- Organiza salidas de senderismo o en bicicleta con tu familia.
- Si tienes algún lago cerca, busca actividades divertidas en el agua como canoas o kayak.
- Podrás encontrar numerosas ideas para jugar con los niños en el campo.
Si vas a una ciudad
- No hay mejor manera de descubrir una ciudad que caminarla. Olvídate del transporte público dentro de lo posible y camina. También sería ideal dejar los ascensores a favor de las escaleras.
Elijas el destino que elijas, no olvides tomar todas las precauciones necesarias para evitar golpes de calor y quemaduras. Lleva siempre una botella de agua, utiliza protección solar, gorra y gafas de sol y evita las horas de más calor.
Y si te quedas en casa con la familia, recuerda estas actividades de verano en casa para niños. ¡Os lo pasaréis genial!
Descansa bien
El calor suele traer consigo una notable dificultad para dormir. El sudor, la humedad y las altas temperaturas nos pueden mantener despiertos toda la noche. Sin embargo, dormir bien en verano es posible con los siguientes consejos:
- Toma una ducha templada antes de acostarte, pero evita el agua fría, que conseguirá el efecto contrario.
- Para que la habitación esté lo más fresca posible, mantén las persianas bajadas en las horas de sol.
- Ten algo a mano que sirva para refrescarte, como un paño húmedo o un pulverizador.
- Evita los aires acondicionados. Mucho mejor un ventilador, que no reseca el ambiente.
- Aprovecha que estás de vacaciones y desconecta la alarma. El despertar puede afectar a la calidad del sueño e impide que descansemos tanto como nuestro cuerpo necesita.
Conclusión
El verano es época de descanso, de sol, buen tiempo y horas de ocio, pero eso no significa que no podamos mantener una rutina saludable.
Con nuestras recomendaciones sabrás cómo disfrutar del verano sin perder la forma ni caer en costumbres poco beneficiosas para la salud.