La importancia de la fruta en la infancia
La importancia de la fruta en la infancia
Según estudios publicados recientemente, los alimentos más ausentes en la dieta de la mayoría de los niños de entre 3 y 12 años son las frutas y las verduras. Justamente se trata de los que nos aportan más cantidad de vitaminas, minerales, fibra, etc.
Un niño con una edad comprendida entre 1 y 3 años debería comer cada día aproximadamente 200g de verdura y al menos 1 pieza de fruta. Estos grupos aportan vitaminas y minerales esenciales en ese momento de formación y crecimiento. Con estos aportes diarios son capaces de ir madurando el sistema inmune para prevenir enfermedades. Estos alimentos deben ser introducidos en forma de papilla con estas edades, para ir generando un hábito.
Según nutricionistas especializados en nutrición infantil, la aceptación de nuevos alimentos es más sencilla cuando tienen entre 2 y 4 años. En ocasiones los padres se quiebran la cabeza debido a que el niño no quiere comer fruta. La realidad es que los niños comen para calmar su hambre únicamente. En este caso, los cereales, los azúcares o las féculas sacian más rápido que la verdura o la fruta. Esto puede explicar porque su inclinación hacia los primeros.
Las verduras y las frutas tienen un sabor fuerte y en ocasiones amargo. Según estudios, el gusto dulce es innato, por esta razón los bebés lo aceptan sin problemas. Los gustos ácido, salado y amargo se aprenden una vez van creciendo y probando cada uno de ellos. Será así cuando aceptarán mejor unos u otros.
Sin que lo anterior sirva de excusa, hay algo evidente, cuánto menos acostumbrados estén a tomarlas y a verlas, menos les gustarán. Si se pierde el hábito diario de incluirlas en el menú, el niño no las recordará con la frecuencia que debiera. Los alimentos dulces iniciales deberían de ser las frutas, pues, si añadimos otros alimentos dulces para engañar a los niños. Simplemente hay que irla introduciendo en la edad adecuada, en la cantidad adecuada y de manera rutinaria para establecer un patrón educacional.
La fruta en la infancia: los colores
Las frutas y verduras nos aportan infinidad de colores. Esta es una forma de que papá y mamá se cercioren de que están aportando variabilidad y cubriendo el amplio abanico de vitaminas y minerales. Para esto, es importante tener en cuenta los siguientes colores:
Morado: Remolacha, col lombarda, berenjena, frutos rojos, arándanos, uvas, etc
Rojo: Tomate, manzana, fresas, etc
Verde: Hojas verdes de espinacas, brócoli, acelgas, aguacate, kiwi, manzana, pera, uva, etc
Amarillo: Pimientos amarillos, piña, plátano, albaricoque, etc
Blanco: Coliflor, col, calabacín, pera, manzana, etc
Naranja: Zanahoria, calabaza, naranja, melocotón, mango, mandarina, kaki, etc
*Esto que nombramos son sólo algunas propuestas, este sistema nos ayuda a tener en cuenta las variaciones semanales que podemos hacer.
¿Quieres saber todos los trucos para introducir la fruta a los más pequeños de la casa? No te pierdas el próximo artículo.
La fruta en la infancia es básica para su desarrollo.